Se trata de una tecnología similar a la utilizada por los sistemas de transporte público, tales como las tarjetas SUBE o RedBus; esta incursión en los medios de pago promete ser especialmente útil en compras pequeñas y cotidianas, ahorrando tiempo y ganando en seguridad.
El plástico podrá usarse normalmente para transacciones de hasta 500 pesos, compras que por lo general forman parte de la cotidianidad y requieren agilidad, en tanto que montos mayores, por motivos de seguridad, requerirán firma de comprobante.
Banco Nación, Itaú y Supervielle son las primeras entidades que se adhirieron a la nueva tecnología, éstos planean ofrecerla primero a sus clientes Premium y luego ir reemplazando todos los plásticos al vencimiento o en denuncias de pérdida o robo.
En cuanto a los posnets habilitados para leerlas, actualmente son alrededor de 37.000 los que existen en el país, y desde First Data, procesadora de pagos a cargo de los mismos, afirman que existen acuerdos con diversas cadenas (entre las que se encuentran Farmacity, MacDonalds y Starbucks). Una vez recibida en el mercado, esta tecnología tiene como principal objetivo los locales de comida rápida, supermercados, estacionamientos y estaciones de servicio, entre otros.
Este primer adiós a los largos números de tarjeta, las claves de seguridad, el tiempo de espera para la transacción o la firma de comprobantes se da en un momento en que el Banco Central busca apoyar y estimular nuevos medios de pago que agilicen las compras y lleguen a más sectores, por lo que la iniciativa de Mastercard y First Data resulta una buena noticia.