El servicio de viajes colaborativos que popularizó la aplicación Uber alrededor del mundo desembarcó en nuestro país hace algunos meses generando fuertes resistencias entre los conductores de taxis tradicionales, quienes no escatimaron en reclamos, demandas, escraches y violencia hacia la iniciativa.
Meses después de los intentos por inutilizar el nuevo sistema de transporte y sin haber conseguido respuestas judiciales significativas, los taxistas y empresas de radiotaxi buscan modernizarse y, valiéndose de la creatividad y la tecnología, ofrecen cada vez más mejoras a los usuarios.
Entre los nuevos adornos de los vehículos negros y amarillos se destacan las aplicaciones de contratación y pago on line, iniciativas llevadas adelante por empresas de radiotaxis (como Taxi Premium en Buenos Aires), compañías independientes que proveen tecnología de servicio a taxistas (como Fleet Manager y Todo Pago mPOS) o emprendimientos estatales (como el Sivis desarrollado por la Universidad Nacional de La Plata y el municipio de La Plata).
Al igual que Uber, los softwares y aplicaciones, encuentran su fuerte en la inclusión de nuevas metodologías de cobro que anulan el intercambio de dinero, convirtiéndose en una alternativa mucho más segura para el usuario y el conductor. Además, se clarifica la información sobre el recorrido (evitando los famosos vuelteos de los taxistas) y la información sobre el vehículo, el conductor y el pasajero.
¿Cómo funciona?
El sistema es muy simple para el usuario, quien luego de crear una cuenta segura, registrar los datos de su tarjeta y descargar la aplicación puede utilizar el servicio, realizando sus viajes y pagando automáticamente con tarjeta de crédito a través de la aplicación sin necesidad de intercambiar dinero.
A su vez, otras soluciones tecnológicas como Todo Pago mPOS, convierten al Smartphone del taxista en un posnet que le permite recibir pagos de tarjetas de crédito, sumando un medio de pago más conveniente para el pasajero.
La aparición del sistema de viajes colaborativos en Argentina causó y seguirá causando revuelo, en muchos casos justificado, pero también puso en movimiento la creatividad de los servicios tradicionales de taxi y radiotaxi iniciando un proceso que beneficia tanto a usuarios como a conductores.