No es noticia para nadie que el sueño de tener una vivienda propia es cada vez más difícil de alcanzar: los montos ofrecidos por los bancos no son suficientes, los plazos de los préstamos son cada vez más reducidos y los requisitos resultan prohibitivos para buena parte de las familias argentinas. Conociendo este panorama, el valor del estudio de mercado antes de solicitar un crédito hipotecario es altísimo.
Tasa de un crédito hipotecario
Actualmente los bancos que operan en la Argentina otorgan préstamos para vivienda destinados tanto a la adquisición, ampliación, refacción y terminación de una casa. Los montos disponibles están sujetos a los ingresos netos del solicitante y el tipo de vivienda que se desea adquirir: vivienda única, segunda vivienda o ampliación de vivienda única.
Recientemente la tasa de un crédito hipotecario podía ser fija o variable: esto permitía proyectar con seguridad cuál sería el monto a abonar mensualmente por dicho préstamo. Sin embargo algunas entidades han eliminado de su cartera de productos los créditos a tasa fija a raíz de la situación económica que atraviesa el país.
¿Tasa de interés o Costo Financiero Total?
Para comparar productos, la tasa de interés de un crédito hipotecario no es realmente el mejor de los datos, sino que al momento de hacer un estudio comparativo la clave está en prestar especial atención al Costo Financiero Total (CFT).
El Costo Financiero Total es un costo global que deberá enfrentar el solicitante. Está conformado no sólo por la tasa de interés nominal anual (TNA), sino también por aquellos gastos vinculados a la operación. Estos cargos pueden ser extraordinarios (es decir, que se abonan una única vez) o bien periódicos.
A continuación presentamos un cuadro comparativo realizado por el BCRA para comprender por qué la tasa de un crédito hipotecario no es el elemento central al momento de contrastar préstamos para vivienda: