Los productos financieros suelen incluir seguros muchas veces desconocidos por sus clientes.
Las tarjetas de crédito o débito suelen incluir varios seguros y servicios de cobertura que, por lo general, los clientes de la compañía financiera desconocen. La mayoría de las tarjetas de crédito ofrecen seguros al viajero, seguros por alquiler de coches o seguros del hogar.
En el caso de viajes o alquileres las aseguradoras suelen exigir que el producto o servicio se haya adquirido totalmente a través del plástico que garantiza el seguro.
Muchas veces estos beneficios son totalmente desconocidos por el usuario de la tarjeta, ya que forman parte de la letra chica de los contratos y se cobran bajo siglas.
Teniendo conocimiento de ellos se les puede dar una gran utilidad. Los seguros para el hogar, por ejemplo, suelen cubrir la ruptura de vidrios, cerraduras o servicios de plomería, entre otros.
Otros seguros que pueden contratarse por la adquisición de un plástico pero son menos comunes son los destinados a la protección frente al desempleo, accidentes que incapaciten para trabajar o al fraude.
El primer paso es comunicarse con un agente representante del banco o la entidad con la que se tiene contratada la tarjeta de crédito y verificar que seguros se encuentran adheridos al plástico (éstos pueden variar según la entidad y la categoría de la tarjeta y/o el usuario); a partir de esto es necesario conocer la forma de hacerlos efectivos, ya que muchas veces requieren de una activación previa.