Los seguros son parte de la vida moderna, la ley exige andar en un auto asegurado o que los jefes aseguren a sus empleados, aseguramos la casa, los electrodomésticos y hasta el teléfono celular, pero muchas personas olvidan cubrir lo escencial: la vida.
El objetivo de los esfuerzos para tener más dinero, vivir mejor y acceder a mejores bienes siempre es vivir bien y ofrecerle oportunidades, seguridad y salud a los seres queridos, pero pocas veces se tiene en cuenta que la vida es frágil y puede perderse en cualquier momento.
Es en este punto en que los seguros de vida tienen más valor, pueden ser un soporte para que una muerte no tome financieramente desprevenido a nadie, pero también podrían servir para ayudar a reducir los famosos ´impuestos de herencia´, gravámenes provinciales vigentes en Argentina que toman casi el 22 por ciento de lo heredado.
Este Impuesto a la Transmisión Gratuita de Bienes (ITGB), contemplado en la ley 14.200, grava las ganancias obtenidas producto de herencias, anticipos de herencia, legados, donaciones y similares.
Como los desembolsos producto de seguros de vida no son considerados parte del acervo hereditário, éstos muchas veces pueden ser utilizados para amortizar el impacto que tiene sobre la herencia el ITGB y permitir a los beneficiados hacer um uso pleno de los bienes recibidos.
Dejar de lado un seguro tan básico como puede ser el seguro de vida es un ahorro insensato y con poca visión de futuro.