En una economía inestable como la de nuestro país, resulta difícil proyectar a mediano o largo plazo cuál será nuestra situación financiera. A pesar de esto la toma de créditos personales sigue siendo una opción atractiva para muchas personas que requieren dinero en efectivo, personas que con optimismo visualizan que estarán en condiciones de cancelar la totalidad del préstamo en tiempo y forma.
Sin embargo son muchas las variables que entran en juego y este optimismo puede verse golpeado por la cruda realidad: en algunos casos puede tratarse de la pérdida del empleo, en otros tiene que ver con la aparición de gastos extraordinarios inesperados y en otros escenarios es la inflación la que termina por erosionar la capacidad de pago de un cliente. Más allá de las causas, lo cierto es que ante un impacto de este tipo en nuestras finanzas, lo primero que se ve afectado es el pago de créditos y financiamientos con tarjeta.
Batería de medidas
Cuando un cliente se atrasa en los pagos de un crédito personal, los bancos y entidades financieras deben tomar ciertas medidas, que dependen de la gravedad de la situación. Entre las acciones que toman estas instituciones ante clientes con mora temprana encontramos:
– Llamados telefónicos: el banco o entidad se comunica con el cliente para hacerle saber el retraso que tiene en sus pagos, ofreciéndole, en algunos casos, algunas soluciones a su alcance.
– Planes de reconducción y refinanciación: ante situaciones más complicadas, los grandes bancos y entidades brindan alternativas de refinanciación.
Lógicamente, un atraso en las cuotas de un crédito personal tiene un costo: intereses compensatorios y punitorios. Estos intereses se producen cuando el cliente no cancela su deuda en tiempo y forma y tienen una naturaleza esencialmente indemnizatoria, ya que buscan resarcir de los daños y perjuicios que se puedan provocar al prestamista como consecuencia de este retraso.
Tener en cuenta las comisiones e intereses que aplican los bancos y entidades financieras ante un retraso en las cuotas es muy importante: si bien a la hora de tomar un crédito no estamos pensando en la posibilidad de atrasarnos, lo cierto es que es siempre un escenario posible y debemos tenerlo en consideración. Existen grandes diferencias entre los intereses y comisiones que aplican las diferentes entidades, por lo que es un dato que debemos tener en cuenta al momento de elegir un préstamo.
La lista negra del sistema financiero
Toda persona que tiene un mal historial crediticio a raíz de un retraso en el pago de un préstamo o incluso porque olvidó pagar la tarjeta de crédito un mes, puede aparecer en el Veraz. El Veraz cuenta con información personal y financiera de todas las personas físicas que están en condiciones de formar parte de la población económicamente activa.
Toda persona que tiene deudas atrasadas se ubica en alguna de las seis clasificaciones que establece el Banco Central de la República Argentina: desde los que llevan sólo 31 días de mora hasta los que son considerados irrecuperables. Estar en el Veraz con alguna de estas clasificaciones tiene un gran impacto a la hora de obtener un crédito personal, ya que los bancos y buena parte de las entidades financieras consultan esta base de datos para conocer el historial de cada cliente potencial.