Los préstamos entre familiares o gente cercana suelen ser muy comunes motivos de peleas, situaciones incomodas y desgastes serios de relaciones por lo que siempre es recomendable tratar préstamos con entidades crediticias o bancos con los que no se tiene un compromiso afectivo, poseen solvencia económica, imponen la obligación de devolver el dinero y se llevan las cuentas claras.
Aún así muchas personas insisten en pedir préstamos de dinero a familiares o amigos en una posición económica favorable y éstos acceden al préstamo incómodamente. Por este motivo siempre hay que tener en cuenta que cuando se realiza este tipo de transacciones no hay que flaquear a la hora de exigir algunas cosas; esto por el bien de las relaciones y por la seguridad económica personal de quien actúa como prestamista.
Siempre se debe tener en cuenta que el dinero que se entregue como préstamo no afecte a las finanzas personales. Si el dinero entregado como préstamo genera inconvenientes a quien lo facilita no es posible prestarlo, siempre debe ser plata ahorrada que tenga destinos recreacionales o sin compromisos con la economía del sujeto que la proporciona.
Al hacer un préstamo de dinero a una persona cercana se debe saber cómo es esta persona y si esta en condiciones de devolver la plata. También es necesario saber a qué va a destinar el préstamo, como prestamista el sujeto que facilita el capital debe tener conciencia del fin del dinero y asegurarse de no estar suministrándolo para apoyar actos negativos o desfavorables, tanto para el prestamista como para quien recibe la plata.
Cuando se realiza un préstamo a alguien cercano no hay que temer a la hora de solicitar la firma de algún tipo de contrato, aunque sea informal, pero este va a ser el único medio de saber la cantidad de dinero que se prestó y los plazos, además de ser una buena forma de separar el dinero de la relación.
Por último cuando se realizan estos préstamos siempre se debe consultar la decisión con un tercero y no temer por aclarar o hablar las cosas, este tipo de empresas suelen terminar con la perdida del dinero, la ruptura de una relación o ambas cosas. Por esto es que, para evitar un mal desenlace, en el caso de tomar la decisión de prestar el dinero, se debe aclarar cada detalle y no dejar de hablar ningún inconveniente.