Los bancos líderes que operan en nuestro país se han adaptado a las necesidades financieras actuales de los argentinos y han incorporado a su cartera de productos una línea de préstamos en el acto. De esta manera clientes y público en general tienen la posibilidad de solicitar un crédito para obtener dinero en efectivo sin demoras, con mínimos requisitos y sin garantías.
Lógicamente las entidades bancarias imponen requisitos de acceso más complejos que los establecidos por buena parte de las financieras, solicitando que el cliente cumpla con ciertos requerimientos básicos. A saber:
– Tener un sueldo comprobable de un monto no inferior a $1.500 (en algunos bancos el límite mínimo es de $4.000)
– Tener una antigüedad laboral demostrable de 12 meses (24 meses en algunos bancos, si se trata de independientes, profesionales y autónomos)
– Tener un buen historial crediticio y no tener deudas con otras entidades
Quienes puedan cumplir con estos requisitos tendrán la posibilidad de tramitar préstamos en el acto en una entidad bancaria, con la oportunidad de acceder a montos más elevados y plazos de financiación más extensos que los ofrecidos por las financieras, que suelen imponer límites de $50.000 y 24 meses de plazo de devolución.
Una alternativa más accesible
Por otra parte, los préstamos en el acto otorgados por financieras resultan mucho más accesibles, ya que los requisitos establecidos son más flexibles, abriendo la puerta al crédito para muchos hombres y mujeres que no pueden satisfacer los requerimientos impuestos por las entidades bancarias. De hecho, podemos encontrar créditos cuyo único requisito sea presentar documento nacional de identidad y una factura de un servicio fijo para demostrar su domicilio.
Así de fácil es solicitar préstamos en el acto en entidades financieras. Aunque vale aclarar, sin embargo, que toda empresa realiza un estudio del potencial cliente antes de otorgarle un crédito, por lo que incluso con préstamos con mínimos requisitos, algunas personas no podrán acceder al financiamiento que requieren.
Para saber si cumplimos con los requisitos y las condiciones impuestas por una financiera para solicitar préstamos en el acto debemos consultar con un asesor de la entidad, visitando una sucursal de la financiera elegida, comunicándonos con el centro de atención telefónico o bien completando el formulario online que la mayoría de las financieras pone a disposición de sus clientes, un servicio que nos permite saber, en cuestión de horas, si la evaluación realizada por la entidad resultó favorable y así determinar cuál es el monto y plazo ofrecido por la financiera.
Otra aclaración que vale la pena mencionar es que, si bien los préstamos en el acto que ofrecen las financieras son más fáciles de obtener, con trámites más ágiles y eficientes, lo cierto es que la tasa de interés aplicada suele ser más elevada que la que establecen los bancos. Esto se traduce directamente en una cuota más alta, por lo que estos créditos se convierten en una alternativa conveniente únicamente si vamos a solicitar un préstamo a corto plazo y por un monto que estamos en condiciones de devolver, de lo contrario podríamos estar complicando aún más nuestra situación financiera a mediano o largo plazo.