El amplísimo abanico de opciones de crédito que encontramos en nuestro país puede dificultar las decisiones financieras de muchas personas que se pierden en la oferta a raíz de la falta de experiencia y el desconocimiento. Esto puede llevar a realizar malas elecciones y optar por préstamos que realmente no son la mejor alternativa para nuestro caso.
¿Cómo elegir un préstamo personal?
Muchas veces hemos remarcado la importancia que tiene, a la hora de solicitar un préstamo personal, el conocer la oferta disponible en el mercado. Así, con un conocimiento profundo de las alternativas es posible diferenciar las características de cada producto y elegir el más conveniente.
En este sentido es esencial estar al tanto de las diferencias que existen entre los préstamos otorgados por bancos, entidades financieras y prestamistas personales para saber identificar cuándo conviene elegir una por sobre otra.
¿Cuándo recurrir a prestamistas personales?
Muchos especialistas recomiendan recurrir a los prestamistas personales como última instancia. Este tipo de servicios financieros, que por lo general se publicitan a través de Internet y mediante clasificados de diarios, suelen ofrecer dinero en el acto con mínimos requerimientos, pero a un precio muy alto.
Solicitar un crédito personal en un banco no es una opción accesible para todos los argentinos: los requisitos son realmente exigentes, por lo que una gran cantidad de personas quedan fuera de esta posibilidad. Esto los lleva a inclinarse por una entidad financiera.
Las entidades financieras ofrecen préstamos personales más flexibles que los otorgados por los bancos: en muchos casos se trata de dinero en el acto con requisitos mínimos (en algunos casos sólo con DNI y una factura de un servicio que confirme el domicilio del solicitante, mientras que en otros sí se exige un comprobante de sueldo y otra documentación) y condiciones accesibles.
Los prestamistas personales, por otra parte, se presentan en muchos casos como la última opción, ya que si bien brindan soluciones financieras rápidas y muy fáciles, suelen aplicar tasas de interés que son muy poco convenientes. Esto lleva a muchas personas a tomar estos créditos y terminar profundizando su mala situación financiera, adeudando cuotas y complicando el panorama a mediano y largo plazo.
Lo más recomendable, según los expertos, es inclinarse por una entidad financiera de confianza que permita solicitar los fondos necesarios y evitar recurrir a prestamistas personales informales, que en algunos casos son menos seguros y a la larga pueden convertirse en un gran dolor de cabeza.