La oferta de créditos para microemprendedores se multiplicó diez veces en los últimos cinco años, dando respuesta a una creciente demanda por parte de un segmento de la economía que por lo general no puede acceder a créditos por trabajar en la informalidad.
Sin embargo en los últimos años las opciones de crédito para este tipo de proyectos han crecido considerablemente y en la actualidad numerosos bancos públicos y privados brindan asistencia financiera a microemprendedores. También se ha hecho popular la modalidad de entidades que financian a instituciones de micro finanzas, cooperativas u ONG, que posteriormente prestan a microempresarios.
Lo cierto es que los microcréditos se han transformado en un gran negocio para los bancos, que empiezan a volcarse por este tipo de opciones. Actualmente los bancos Ciudad, Provincia de Buenos Aires, Galicia y Santander son las entidades más activas en este sentido, aunque Credicoop, Supervielle, Francés y Comafi también brindan alternativas.
Una modalidad muy utilizada por varios organismos, fundaciones y ONG es la de otorgar microcréditos y capacitación. Esto permite a los emprendedores contar no sólo con el dinero que necesitan para poner en marcha su proyecto, sino también recibir asistencia para planificar estratégicamente su economía.
Los créditos, en cifras
Actualmente las instituciones de micro finanzas (IMF) consiguen créditos bancarios desde el 15% al 22% anual, mientras que la tasa de interés que deben afrontar los emprendedores no desciende del 40% anual como consecuencia de los altos costos operativos y de seguimiento de estos préstamos.
La realidad indica que, a pesar de ofrecer microcréditos con tasas de interés de entre el 50% y el 60% anual, la tendencia a solicitar estas opciones de financiamiento es creciente, ya que se estima que 9 de cada 10 emprendimientos de la Argentina son micro.