A diario nos encontramos con la noticia de que la tasa de interés que cobran los bancos por los créditos personales y por el financiamiento vía tarjetas de crédito sufrió un nuevo incremento: hoy el promedio de tasa ronda el 38% en el caso de los préstamos y prácticamente duplica a las tasas aplicadas por bancos que operan en otros países de América Latina. Esto hace que resulte cada vez más difícil para los argentinos obtener financiamiento.
Quienes se dirijan a un banco con el propósito de solicitar un crédito personal en nuestro país se encontrarán con tasas de interés que van desde el 34% al 45%, en algunos casos. Por ejemplo, quien desee solicitar un préstamo de consumo por un monto aproximado de $15.000, a tasa fija y con plazo de devolución a 24 meses, encontrará en Banco Nación una tasa efectiva anual del 36,39%, mientras que en Banco Credicoop este valor se eleva a 40,52% y en Banco Hipotecario llega al 43,84%.
¿Cuánto cuesta un crédito personal en otros países?
Los escenarios financieros que encontramos en países como Chile y Uruguay son muy disímiles: en el país oriental, las tasas se asemejan a las que se registran en nuestro país, con casos específicos en los que la tasa efectiva anual supera a la aplicada por bancos y entidades argentinas. Así, por ejemplo, encontramos tasas que van desde el 45% en Banco Bandes, ascienden a 46% en Santander y se elevan a 49% en Banco Comercial.
La situación es muy distinta en Chile, donde encontramos tasas mucho más accesibles: Santander Chile ofrece créditos personales con tasas anuales mínimas del 10,20% y tasas máximas del 29,88%, BBVA otorga préstamos en 24 meses con tasas del 26% e Itaú brinda financiamiento con tasas anuales del 20,6%, es decir, la mitad de lo que aplican los bancos en la Argentina.
Entender el “combo”
Es importante recordar siempre que toda persona que recurra a un banco o entidad financiera con el propósito de obtener un crédito personal debe tener en claro que la tasa de interés es sólo una variable dentro de la ecuación que determina el costo total de un préstamo. Para comprender y poder comparar el verdadero costo de un crédito, el solicitante debe consultar por el Costo Financiero Total (CFT), que no sólo incluye la tasa de interés, sino también impuestos y seguros, además de costos administrativos y otros posibles recargos.
Es esencial hacer esta aclaración porque la brecha entre el Costo Financiero Total y la tasa anual puede ser muy grande: en casos extremos podemos encontrar que el CFT es dos veces la tasa de interés, como es el caso de Banco Itaú en Argentina, mientras que otras entidades, como Banco Provincia, mantienen una diferencia mucho más acotada, que ronda oscila entre el 1% y el 2%.