¿De dónde viene el dinero? ¿Es ilimitado? ¿Es un regalo? ¿Sirve para comprar todo lo que uno quiera? Estas y algunas otras son preguntas fundamentales para tantear el nível de conciencia financeira de un niño, probablemente su respuesta inocente sea que viene del cajero automático, es ilimitado y sirve para comprar juguetes y comida.
El estímulo de la conciencia y la inteligencia financiera de un niño comienza teniendo una charla clara y directa acerca de como funciona el mundo del dinero, el esfuerzo, el trabajo y el ahorro.
Los niños deben saber que la plata no es un recurso ilimitado y que debe ser administrada según prioridades y necesidades, no sólo a partir de gustos. Además, es especialmente valioso que conozcan la importancia del ahorro, fundamental a deseos de mayor talante y/o imprevistos.
Según la Escuela Argentina de Finanzas Personales, la educación financeira comienza a los 5 años de edad, momento en que al menor se le debe dar una alcancía y enseñarle la importancia de estabelecer necesidades y objetivos, a la vez que se los ayuda a ahorrar para ellos.
Entre los 6 y los 9 años se les debe enseñar el valor del esfuerzo, fijar en conjunto metas de ahorro y recompensarlos por sus ayudas extra en el hogar. De los 10 a los 12, con más madurez, ya deben comprender cómo funcionan las inversiones y se les puede ayudar a dejar la alcancía creando una extensión de la cuenta bancaria.
Entre los 13 y los 15 muchos bancos permiten tener extensiones de tarjetas de crédito, el medio ideal para que ellos comprendan su funcionamiento, aprendan sobre plazos e intereses y sepan que nunca se debe comprar más de lo que se pueda pagar.
A partir de los 16 años ya estan listos para conocer el valor de una inversión y pueden comenzar a trabajar y ahorrar para cumplir un sueno: el auto próprio, un contrato de alquiler, un viaje o cuotas para la universidad.
Estos conocimientos, que no se enseñan en la escuela, son muy valiosos para la vida de una persona, mamarlos desde la niñez evita la mala cultura financeira que lleva al endeudamiento eterno, la incapacidade para ahorrar y el desconocimiento de la inversión como forma de crecimiento.