En los últimos años se han registrado cada vez más divorcios y menos casamientos, ¿signo de los tiempos que corren?, ¿producto del exceso de estrés en las sociedades?, ¿incremento de los problemas de comunicación en la pareja?, sea cual sea la causa es una realidad que hay que tener en cuenta.
Después del luto por la perdida, y una vez superado el dolor de una relación frustrada, la autoestima y los nuevos hábitos de vida deberían volver a florecer, quien ha atravessado un divorcio o una separación (aún más luego de convivir) puede dar cuenta de que se vive com más madurez y experiencia.
Al vivir en pareja los gastos y las responsabilidades se dividen en tanto que las ganancias se multiplican, pero luego del divorcio sobreviene el cataclismo, según estudios de la Universidad de Ohio las personas que atraviesan este processo pierden más del 75 por ciento de sus riquezas.
El desgano, la tristeza y la abundancia de problemas comienzan meses antes y terminan años despues de la separación, lo cual tarde o temprano impacta en la vida laboral y las finanzas directa o indirectamente.
Pero esto también es una escuela, donde se adquiere una conciencia más plena de los números personales y del esfuerzo que toma lograr lo que antes se dividía. Luego del divorcio se acaban los cuentos de hadas, es el momento en el que más se aprende sobre el esfuerzo y las capacidades personales.
Según encuestas del periódico británico The Guardian, un gran número de hombres logran incrementar sus riquezas luego de superado el divorcio, en tanto que las mujeres no ganan financeiramente pero en su mayoría se sienten más felices y a gusto con su nueva vida.