Desde anuncios de créditos hipotecarios hasta folletos de venta de electrodomésticos, todas las formas de financiación se valen de la frase “tantas cuotas sin interés” para promocionar sus productos. Lo cierto es que este resulta un dato poco importante y, según el Banco Central de la República Argentina, el único número certero para evaluar la conveniencia de un crédito es el Costo Financiero Total o CFT.
Un crédito, sea cual sea, tiene un costo para quien lo contrata, éste determina el monto final de la cuota mensual a pagar, y se compone por una serie de variables, una de ellas es el interés, las otras son:
- Gastos de gestión
- Gastos de evaluación del solicitante
- Gastos de seguros
- Gastos menores de apertura de cuentas y erogación, entre otros
Todo este conjunto compone el CFT.
Para entenderlo major: un banco puede ofrecer una tasa de interés menor que otro, pero al mismo tiempo el primero puede tener mayores gastos de contratación de seguro (que varían según la edad del solicitante), de evaluación y/o de mantenimiento, que a fin de cuentas lo hacen más caro que aquel que tiene mayor interés.
Teniendo en cuenta esto, es importante saber que la tasa de interés en las cuotas de un crédito no son la manera correcta de juzgar un préstamo como conveniente o no. La información más importante a tener en cuenta es el CFT, de éste dependerá el costo final del producto financiero contratado, y por ende la conveniencia o no del mismo. Un CFT alto es un crédito que se pagará caro, aunque tenga un sinfín de cuotas sin interés.