Actualmente en el mercado financiero argentino encontramos un producto pensado para satisfacer cada necesidad. Y una necesidad cada vez más extendida tiene que ver con los créditos sin aval, ya que muchas personas no cuentan con las garantías necesarias para poder solicitar un préstamo.
Así, como respuesta a esta necesidad surgieron numerosas entidades que ofrecen créditos sin aval, permitiendo a hombres y mujeres obtener dinero en efectivo sin presentar garantía de ningún tipo.
La principal ventaja de los créditos sin aval, además de la flexibilidad de requisitos, es que son rápidos y simples: por lo general los trámites sin sencillos y prácticamente inmediatos.
Con el avance de la tecnología y los nuevos soportes informáticos, hoy podemos incluso solicitar créditos sin aval a través de Internet, haciendo más cómodo y ágil el proceso, permitiendo incluso conocer las características y condiciones de estos productos desde la comodidad de nuestra casa.
Sin embargo los créditos sin aval tienen su aspecto negativo: cuando un acreedor otorga un préstamo sin garantía está tomando un riesgo mucho mayor que el que corre un prestamista que exige garantías. Esto se observa principalmente en el hecho de que no tiene una reclamación sobre los activos del prestatario.
Como consecuencia de este riesgo, los créditos sin aval suelen tener tasas de interés más altas que los préstamos convencionales. Además los plazos de devolución son más cortos, yendo desde los 2 a los 12 meses, por lo general.
En el posible caso de que el solicitante incurriera en un incumplimiento de los pagos de créditos sin aval, el acreedor se verá en una situación más comprometida, ya que no tendrá recursos para cobrarle por su incumplimiento contractual.
Teniendo todo esto en cuenta, los créditos sin aval se presentan como una solución accesible para aquellas personas que sólo desean obtener un monto reducido de dinero y buscan un préstamo a corto plazo.
Son muchas las entidades financieras que ofrecen créditos sin aval en la Argentina y suelen exigir sólo DNI, con trámites que no superan las 24 horas.