La vasta oferta de créditos disponible en el mercado financiero argentino es cada vez más amplia: los bancos incorporan nuevos productos y periódicamente nuevas entidades y compañías financieras se suman a la plaza. Esto permite tener un gran abanico de alternativas a la hora de escoger un crédito. Sin embargo de poco sirve si no contamos con el conocimiento básico para entender cuándo un crédito resulta más conveniente que otro.
La Tasa de Interés
La tasa de interés es, en pocas palabras, el precio que paga el cliente por acceder al dinero otorgado por el banco o entidad financiera. Es, entonces, la ganancia que recibe el banco por el servicio ofrecido.
¿Sirve la tasa de interés para comparar un crédito con otro? La respuesta es sí y no: esto se debe a que la tasa de interés es información clave acerca del crédito, pero representa toda la información que necesitamos para tomar esa decisión.
Cuando consultamos por las características y condiciones de un crédito muchas veces nos encontramos con un valor llamado tasa nominal anual (TNA), que en simples palabras representa la tasa de interés nominal expresada en términos anuales.
¿Por qué la TNA no es suficiente para comparar créditos? Simplemente porque los préstamos no sólo constan de cuotas, sino que pueden existir otros gastos relacionados, como son los gastos de apertura de cuenta, gastos de evaluación crediticia y otorgamiento, gastos de mantenimiento de cuenta, seguros y muchos otros gastos extra.
Por eso, cuando comparamos un crédito con otro en base a la tasa de interés estamos dejando afuera una gran cantidad de información que puede resultar esencial a la hora de inclinar la balanza entre un préstamo y otro.
El Costo Financiero Total
El Costo Financiero Total (CFT) es la suma de todos los gastos e impuestos sumados a la tasa nominal anual, por lo que el CFT se presenta como un valor mucho más abarcativo y eficiente para hacer comparaciones entre diferentes productos y servicios financieros.