A la hora de tomar un crédito personal, muchos argentinos repiten una y otra vez el mismo error: elegir un préstamo cuya cuota esté a su alcance, sin prestar atención a la tasa de interés y a otros costos asociados a la solicitud de dicho servicio financiero.
El mundo de los créditos y las finanzas puede resultar muy complejo para aquellas personas que no tienen un conocimiento de los conceptos básicos que hacen a un préstamo. Esto hace que muchos tomen decisiones en base a variables que no siempre son las más convenientes, lo que se traduce en la elección de créditos que, a la larga, resultan mucho más caros.
Una muestra de ello es el error que cometen muchos argentinos de elegir un crédito personal a partir de la cuota mensual. Así, mientras obtengan el monto de dinero que requieren y se enfrenten a una cuota mensual que esté a su alcance, el préstamo les resulta atractivo. Lamentablemente esto lleva a la toma de créditos muy poco convenientes y a continuación te contamos por qué.
Simular para elegir
Prácticamente todos los bancos y entidades financieras ofrecen algún tipo de simulador de créditos personales. Estas aplicaciones permiten al usuario proyectar el costo de un préstamo y así conocer cuál será la cuota mensual que deberá cancelar en caso de solicitar un crédito por el monto y con el plazo de devolución indicados. Lógicamente estas calculadoras de créditos ofrecen información aproximada y sirven únicamente para orientar al potencial cliente.
Sin embargo, más allá de la diferencia que pueda haber entre los datos arrojados por un simulador de crédito personal y las tasas y costos aplicados al solicitar el préstamo, la clave sigue siendo la misma: elegir un crédito cuya cuota resulte accesible. De hecho muchas personas se basan en estos simuladores para comparar el valor de la cuota del préstamo entre diferentes entidades para elegir dónde solicitar el crédito, sin saber que están pasando por alto variables esenciales.
Tasas y costo financiero
Otro error muy común es elegir un crédito personal a partir de la tasa de interés del mismo: si bien este dato es importante y resulta significativo, no es un valor que nos permita hacer comparaciones entre diferentes productos, ya que además de la tasa existen otros costos asociados, como los gastos de administración, de otorgamiento y seguros, entre otros.
Esto nos lleva a prestar atención a un dato que engloba todo lo anterior: el Costo Financiero Total (CFT). Se trata de un valor clave para contrastar diferentes préstamos y así poder elegir el más conveniente, ya que no sólo incluye la tasa de interés, sino también aquellos gastos en los que se incurre cuando se toma una deuda, que van desde impuestos hasta seguros, pasando también por los costos administrativos, entre otros recargos.
Es de imaginarse entonces, que las diferencias entre la tasa de interés y los costos financieros totales tengan un gran impacto en la cuota que debemos afrontar y es por eso que podemos encontrar créditos personales con tasas aparentemente atractivas, pero que resultan poco convenientes si evaluamos el CFT, ya que la brecha entre ambas puede resultar muy amplia.
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