Es una práctica muy común en los bancos que, a la hora de otorgar un crédito, exijan a sus clientes la apertura de una caja de ahorro, donde se depositará mes a mes el pago de las cuentas. Sin embargo esta práctica en muchos casos oculta una estrategia para seguir obteniendo dinero de los solicitantes del préstamo. Enterate a continuación cómo funciona esta mecánica.
Muchas veces cuando solicitamos un crédito en un banco se nos exige que abramos una caja de ahorro en la que se depositará mes a mes el pago de las cuotas. Esta práctica es muy común, como también suele ser frecuente que, una vez finalizado el pago del préstamo, el cliente tenga dificultades para cerrar la cuenta. De esta manera los bancos obtienen beneficios extra.
Una de las formas que utilizan algunos bancos para sacar esta ventaja es burocratizar el proceso: exigen planillas y trámites que representan una pérdida de tiempo para el usuario, así el cierre de la cuenta se dilata mientras el cliente sigue abonando el costo de mantenimiento de la misma.
Existen casos de clientes que una vez saldada la última cuota del crédito creen que su vínculo con la entidad bancaria terminó, para darse cuenta unos meses más tarde que aparecen en el Veraz con un saldo correspondiente al mantenimiento de una caja que realmente no utiliza. Cuando se intenta cerrar dicha caja se le pide que retire una planilla, luego se le exigen fotocopias de recibos de sueldos y otros documentos.
Sin duda a los bancos les resulta beneficioso “atar” al cliente a una cuenta, ya que es un beneficio extra para ellos. Incluso en algunos casos los bancos no aclaran que la apertura de la cuenta que se exige con el préstamo tiene un gasto mensual de mantenimiento, algo que sumado a la cuota del crédito termina por resultar poco conveniente para el usuario.
Es importante remarcar que las entidades bancarias deben enviar al titular de la cuenta el resumen de la misma con el detalle de los débitos y créditos, además de los saldos registrados en dicho período.
Este resumen de cuenta debe ser enviado en forma trimestral o mensual y dentro de los 10 días corridos desde la fecha de cierre establecida.