El mundo financiero de hoy en día ofrece créditos para todo tipo de destino: ya sea para un auto, una casa, un terreno para una vivienda, una viaje de placer o un local comercial, entre otras alternativas. En este sentido el crédito en efectivo es una de las opciones más flexibles del mercado.
El crédito en efectivo es un préstamo personal, ya que los créditos hipotecarios y los créditos automotrices no suelen manejar cifras en efectivo para el fin que fueron solicitados. El financiamiento en efectivo está pensado para que el cliente pueda utilizar la suma de dinero obtenida a su gusto, sin restricciones.
Un crédito en efectivo puede ser obtenido, como en la mayoría de los servicios de financiamiento, a través de una entidad bancaria. Pero también existen otras entidades no bancarias que los otorgan, las cuales en ciertas situaciones exigen una menor cantidad de requisitos con respecto a las exigencias solicitadas por el bnco. Lo que lleva a las personas a elegir entre una entidad y la otra es el respaldo y la seguridad que brinda cada una.
Es común que a la hora de solicitar un crédito en efectivo se le exija al cliente un mínimo de edad, que suele ser de 18 años. También es normal que se demande un ingreso mensual y una antigüedad laboral mínima, pero estos dos últimos requisitos pueden no estar presentes en entidades no bancarias que otorguen créditos personales.
Los montos de dinero otorgados en los créditos en efectivos son notablemente menores que los otorgados para créditos hipotecarios o automotrices, esto debido a que los préstamos personales manejan el dinero en efectivo ya que el destino del mismo puede ser cualquier cosa, en tanto los otros dos cuentan con un producto como finalidad.
La importancia de un buen historial de crédito es vital a la hora de solicitar un préstamo personal: malos antecedentes económicos complicarían todo tipo de trámite en casi cualquier entidad.