A la hora de obtener financiamiento, encontramos numerosas alternativas que van desde financieras hasta bancos. En créditos personales, si bien las opciones parecen ser similares, existen importantes diferencias. En esta nota repasamos las características generales de los préstamos de libre destino que ofrecen las entidades bancarias.
Son infinitas las razones por las que una persona puede requerir dinero en efectivo: puede tratarse de un emprendedor que busca poner en marcha o expandir su negocio; puede tratarse de una familia que busca comprar o remodelar su vivienda; puede tratarse de un individuo que sueña con renovar su automóvil; o bien puede tratarse de una pareja que busca hacer realidad ese viaje tan esperado. Lo cierto es que, más allá de las razones, ante la necesidad de fondos la primera opción que viene a la mente son los créditos personales.
Y es que los créditos personales son la manera más rápida y sencilla de obtener liquidez, ya que el mercado cuenta con incontables oportunidades y alternativas que se ajustan a cada necesidad. Así, podemos encontrar préstamos bancarios, que suelen tener condiciones de financiación muy atractivas, con requisitos muy exigentes para buena parte de los argentinos, mientras que financieras y otras entidades brindan préstamos con mínimos requisitos, aunque establecen ciertas limitaciones.
Créditos personales bancarios
Si hablamos de las opciones que brindan los bancos en materia de créditos personales, podemos identificar un sinnúmero de líneas con muchas ventajas, especialmente para aquellos clientes que perciben sus haberes en alguna entidad. Normalmente las entidades bancarias ofrecen préstamos de libre destino con condiciones de financiación muy convenientes, montos máximos disponibles muy amplios y plazos de devolución realmente cómodos.
Salvo algunas excepciones, los bancos ofrecen créditos personales con tasas de interés y costos financieros muy atractivos, por lo que en muchos casos se convierten en la alternativa más conveniente para obtener dinero en efectivo.
Desventajas de los créditos personales bancarios
Los bancos ofrecen créditos personales que muchas veces resultan convenientes únicamente si somos clientes de la entidad y podemos sacar provecho de algunos de los beneficios y promociones que brindan las entidades bancarias para clientes que perciben sus haberes en el banco. En otros casos, si analizamos los préstamos personales para el público en general, podremos observar cómo las condiciones de financiación son mucho menos atractivas y comienzan a surgir numerosas limitaciones.
Sin embargo el principal aspecto negativo que tienen los bancos en relación a sus créditos personales viene de la mano de los requisitos exigidos: más allá de la documentación solicitada, la mayoría de los bancos establece requerimientos que son muy difíciles de cumplir por un trabajador promedio. Por ejemplo, encontramos entidades que exigen un ingreso neto mínimo de $6.000 en adelante, algo que para muchos argentinos resulta imposible.
La antigüedad laboral exigida es también otro de los puntos negativos: para trabajadores en relación de dependencia se solicita una antigüedad de 12 meses, mientras que para profesionales, autónomos e independientes en muchos casos el plazo se extiende a 24 meses. A esto se suma el hecho de que debemos tener un buen historial crediticio para poder acceder a estas opciones de financiamiento, de lo contrario las puertas de entidades bancarias se cierran y nos vemos obligados a optar por otro tipo de créditos.
Es así como muchas personas terminan optando por créditos personales con tasas de interés un tanto más elevadas, pero que son efectivamente su puerta de acceso al financiamiento, a raíz de deudas impagas, la falta de un trabajo estable o la imposibilidad de demostrar su capacidad de pago.