En la actualidad pensar en ahorrar en efectivo es simplemente una mala decisión, no sólo por la inseguridad que reina en nuestro país sino también por la inflación. Además, es importante pensar más allá de poder guardar algo de dinero a fin de mes: lo ideal es buscar alternativas para incrementar ese capital a partir de intereses o diversos instrumentos de inversión.
En este caso hablaremos de pequeños ahorristas, aquellos cuyos montos van desde los $2.000 a los $100.000. ¿Qué hacer con ese dinero? Una de las opciones más elegidas es el oro, no sólo por la valorización que tiene sino también por la seguridad que representa hacia el futuro si la comparamos con monedas extranjeras.
Más allá de que existe siempre la posibilidad de que se presenten cambios sorpresivos en la inestable realidad económica internacional, es posible determinar ciertos parámetros para tener en cuenta qué hacer a la hora de buscarle un destino a nuestros ahorros. Una buena idea es, por ejemplo, analizar los datos de 2010, observar la actualidad y proyectar las perspectivas en relación a los instrumentos de inversión más conocidos.
Las mejores opciones
Sin lugar a dudas la diva de este año es el oro: con un precio internacional de unos u$s 1.800 la onza troy (31,1 gramos), el oro se ha valorizado casi un 20% en lo que va del año. La elección del oro como estrategia de ahorro e inversión era una tendencia visible desde el año pasado debido al incremente en su valor y su fuerza en relación al dólar.
Es así que hoy por hoy mucha gente se inclina por el oro a la hora de invertir, especialmente por la inestabilidad que caracteriza al dólar y al euro, cuyos valores se ven afectados por las crisis económicas y los vaivenes sociales.
Sin embargo para muchos especialistas y aficionados al mundo de las finanzas el dólar no deja de tener su encanto: de acuerdo a estimaciones, el país se ve obligado a subirlo para que no se desactualice en relación con la inflación y no afectar los costos en dólares de empresas que exportan. De acuerdo a estas proyecciones, el dólar cerraría el año con un valor de $4,50, lo que significa un rendimiento del 12%.
La alternativa de los depósitos bancarios aún mantiene a algunos inversores inseguros por la herida que aún sangra de las épocas del corralito, a pesar de que en los dos últimos años los bancos se muestran fuertes, percibiendo grandes ganancias. Si bien el año pasado muchos elegieron el consumo por sobre los plazos fijos, esta tendencia empieza a invertirse en lo que va del 2011.
Los especialistas aseguran que los plazos fijos son una buena opción, ofreciendo una tasa de alrededor del 13% cuando hablamos de plazo fijo en pesos. Si bien este porcentaje sigue siendo menos que la inflación estipulada para 2011, siempre resulta mejor alternativa que guardar el dinero en casa.
El consumo es también una elección muy frecuente: lo ideal es adquirir bienes que pueda revaluarse con el tiempo, a un ritmo similar al de la inflación. En este sentido las opciones más convenientes parecen ser los automotores y los terrenos.
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